¡ya está disponible la primer edición de cuadernos pentagramados!
50 hojas pentagramadas A4 apaisadas
Una mezcla de fascinación y avaricia hicieron que conserve desde la infancia aquellos libros para dibujar que se compraban en los kioscos de revistas. Traían páginas de puntos para unir con líneas y encontrar una figura oculta, paisajes inconclusos y códigos representando colores que uno tenía que reemplazar. Esas páginas generaban fascinación. Pero también, decía, una cuota no menor de avaricia o tal vez de temor al error. Quizás la inevitable postergación del deseo que ya desde la tierna infancia auguraba una neurosis mal o bien llevada hizo que hoy muchas de esas páginas se encuentren todavía inmaculadas. Guardo entonces libros en blanco, incompletos, fallidos en su intento no realizado. Hoy, ya son míos de ese modo, aunque cada vez que los encuentro me siento bastante mojigata.
Tal vez por ello cuando apareció este proyecto me sumé entusiasta. Comprendí rápidamente que este era aquel libro para dibujar de entonces ¡Y esta vez no lo dejaría pasar! Por eso, aun sin dedicarme a las artes musicales, F. me invitó a que presente esta serie de cuadernos y convoque tal como yo me sentí convocada. A usarlos, a escribirlos, garabatearlos y hasta tacharlos con rencor.
Para transmitir esa experiencia de fascinación pedí a F. pistas para emprender la tarea. Resultaron tan pertinentes, que ahora las hago propias. Y acudo a mi propia cita.
Si todo artista es un plagiador (de otro artista, de su época, de sus miserias inefables), este es un libro de citas. Y de citas de las citas. El ejercicio paródico consiste en aquella citación que se reitera y siempre introduce un nuevo giro. Pero para que el ciclo no se interrumpa son necesarios dos elementos: a) asumir que no existe un original, b) tener el coraje de seguir inventándolo. La creación resultante será tanto individual como colectiva, y la autoría tan dispersa como esta página.
Aquí van aquellas palabras que recibiera a modo de guía.
R.H. (Grupo de Estudios sobre Sexualidades, GES)
Maybe that´s why I joined enthusiastically in this project. Quickly I understood that this was that book to draw of that time. And I would´t let it go! That´s why, although I am not a musician, F. invited me to introduce this series of notebooks and to summon others as I had been summoned. To use them, to write on them, to doodle and even to cross them out full of resentment.
To transmit that experience of fascination, I asked F. for clues to undertake the task. They turned out to be so pertinent that I made them mine. And I get to my own quote.[1]
If every artist is a plagiarist (of another artist, of his or her time, of their ineffable misery), this is a quote book. And book on quotes of quotes. The parody exercise consists in that iterate citation that introduces new turns every time. To continue the cicle, two elements are necessary: a) to asume that there´s is no original, and b) to have the courage to continue inventing it. The creation resulting will be both individual and collective and the authorship as scattered as this page.
Here go those words I received as a guide.
R.H. (GES, Studies on sexualities)